Primera ministra Persad-Bissessar promete ordenar Trinidad y Tobago

La primera ministra dijo que ese país se ha convertido en “un vertedero sin ley”.

La primera ministra Kamla Persad-Bissessar lanzó esta semana una de sus declaraciones más duras desde que asumió el cargo. Al describir la situación actual del país, no usó rodeos: Trinidad y Tobago, dijo, se ha convertido en “un vertedero sin ley”. Aun así, dejó claro que su gobierno tiene la intención de cambiar ese rumbo y hacerlo en beneficio de los ciudadanos que cumplen las normas.

Las palabras de Persad-Bissessar, que recogen medios locales surgieron en respuesta a preguntas de Newsday sobre la decisión del Ejecutivo de duplicar las multas de tránsito. La medida, explicó, no busca solo aumentar los ingresos del Estado, sino también mejorar la seguridad vial y restablecer el orden. “Todo esto está contenido en el presupuesto nacional y en el Proyecto de Ley de Finanzas”, señaló, subrayando que no se trata de acciones improvisadas.

Para la primera ministra, el problema va más allá de las carreteras. “El país no tiene orden”, afirmó. Atribuyó esta situación a la actitud de ciertos ciudadanos que creen poder hacer lo que quieran sin enfrentar consecuencias, aun cuando afectan a los demás. Según dijo, esa conducta se da en todos los grupos sociales y demográficos.

Persad-Bissessar insistió en que su prioridad es proteger a quienes viven de forma responsable. “Quiero mejorar la vida de los ciudadanos respetuosos de la ley, que salen cada día a trabajar y a llevar una vida decente. Han sido abusados durante demasiado tiempo”, aseguró.

Al mismo tiempo, defendió la libertad individual, aunque con límites claros. Reconoció que las personas pueden elegir cómo vivir, incluso si eso implica conducir de forma imprudente, consumir alcohol, fumar marihuana, apostar o escuchar música a alto volumen. Sin embargo, advirtió que cada decisión tiene consecuencias y que el Estado no puede mirar hacia otro lado.

La primera ministra también arremetió contra el Partido Nacional del Pueblo (PNM), al que acusó de no velar por el bienestar real de sus propios simpatizantes. Criticó que, durante el debate presupuestario, su líder pusiera el foco en el precio del ron en lugar de temas como la sanidad, la educación, la seguridad o el empleo sostenible.

Según Persad-Bissessar, el PNM ha promovido políticas que, a su juicio, perjudican a la población: desde apoyar la distribución de marihuana entre jóvenes hasta fomentar el consumo de alcohol y las apuestas. “No defienden estas cosas para sus propias familias, sino para los ciudadanos”, concluyó, marcando una clara línea política de cara a los próximos meses.