Trump y Zelenski acercan un acuerdo, pero persisten escollos

Europa exige garantías de seguridad para Ucrania desde el primer día

Palm Beach/Madrid, 28 de diciembre(Dic. (EUROPA PRESS) – -La posibilidad de un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania volvió a colocarse este domingo sobre la mesa tras la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en Florida. Ambos coincidieron en que el entendimiento está “muy cerca”, aunque reconocieron que todavía quedan cuestiones difíciles por resolver. No son detalles menores. Son, en palabras del propio Trump, “uno o dos asuntos muy espinosos”.

El encuentro, que se prolongó durante dos horas en la residencia presidencial de Palm Beach, dejó una sensación de avance real, pero también de cautela. Trump evitó cifras cerradas, aunque llegó a señalar que se ha abordado “el 95 por ciento de las cuestiones”. Más allá del porcentaje, el mensaje fue claro: el diálogo está más avanzado que en cualquier otro momento desde el inicio del conflicto.

La reunión no se limitó al cara a cara entre Washington y Kiev. Durante el encuentro se celebró una videoconferencia con varios líderes europeos de primer nivel, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; y los jefes de Gobierno de Alemania, Francia y Reino Unido. El objetivo era evidente: alinear posiciones antes de dar cualquier paso definitivo.

Desde Bruselas, el tono fue moderadamente optimista. Von der Leyen habló de “buenos progresos”, pero dejó claro que Europa no dará su respaldo a un acuerdo que no incluya garantías sólidas para Ucrania. “Es fundamental que Kiev cuente con seguridad firme desde el día uno”, insistió. La advertencia no es nueva, pero cobra peso en un contexto en el que se barajan concesiones territoriales como parte del posible pacto.

Zelenski volvió a plantear una idea sensible: la posibilidad de un referéndum para que la ciudadanía ucraniana avale un eventual acuerdo que reconozca la pérdida de territorios ocupados por Rusia. Esta vez, eso sí, rebajó el alcance de la propuesta y la presentó como una opción, no como una decisión tomada. “Nuestra sociedad tiene que votar porque es nuestra tierra”, afirmó, subrayando que no se trata de una cuestión personal ni coyuntural, sino de un asunto que afecta a generaciones.

Trump, por su parte, apremió los tiempos. Insistió en que las próximas semanas serán clave y advirtió de las consecuencias de un fracaso diplomático. “Si no conseguimos que esto avance, la gente seguirá luchando y muriendo”, señaló, con un mensaje más pragmático que retórico.

El contexto se complicó aún más con una revelación previa al encuentro. Trump confirmó que había hablado con el presidente ruso, Vladímir Putin, en una conversación preparatoria que tendrá continuidad en las próximas horas. Desde Moscú, el Kremlin dejó entrever su escepticismo. Según el asesor Yuri Ushakov, tanto Putin como Trump dudan de la viabilidad de la propuesta europea y ucraniana de un alto el fuego temporal ligado a la preparación de un referéndum, al considerar que solo alargaría el conflicto.

Con este escenario, el camino hacia la paz parece más visible, pero no necesariamente más sencillo. El consenso existe sobre la urgencia de detener la guerra. Lo que sigue sin resolverse es el precio político, territorial y de seguridad que cada parte está dispuesta a pagar.