LIDOM al límite: cierre dramático y cuatro equipos al borde

La tabla se parte en dos y deja un final sin margen de error.

La temporada regular de la LIDOM entró en su tramo más delicado. Con apenas cinco o seis partidos por jugar en un calendario de 50, la tabla se ha partido en dos bloques muy claros. Arriba, dos equipos con el trabajo hecho. Abajo, cuatro organizaciones atrapadas en una pelea milimétrica por los últimos boletos al Round Robin, donde cada entrada mal lanzada pesa como una derrota completa.

Este no es un cierre común. Es un cierre donde el calendario manda y los detalles deciden.

Águilas y Toros: dominio temprano y clasificación sin estrés

Las Águilas Cibaeñas han sido el equipo más consistente del torneo. Su porcentaje de victorias (.682) no deja espacio para discusión. Aseguraron el primer lugar con tiempo y ya piensan más en administrar brazos que en sumar triunfos. La localía en el Round Robin es suya y eso, en Santiago, vale oro.

Los Toros del Este también llegan con calma. Su ventaja de cinco juegos sobre el tercer puesto les permite manejar cargas, rotar lanzadores y evitar riesgos innecesarios. No están probando talento, pero tampoco jugando al límite. Su enfoque ya es octubre, no diciembre.

Cuatro equipos, un juego de diferencia y máxima tensión

La verdadera historia está del tercer al sexto lugar. Estrellas Orientales y Leones del Escogido ocupan, por ahora, la zona de clasificación con récord de 20-25. Justo detrás, Gigantes del Cibao y Tigres del Licey, con 19-25, separados por apenas medio juego.

Las Estrellas y los Leones tienen la ligera ventaja de un partido más jugado, pero su récord negativo los mantiene en riesgo constante. Dos derrotas seguidas pueden sacarlos de la zona sin previo aviso.

Gigantes y Licey, en cambio, cuentan con un as bajo la manga: un juego pendiente. En este punto de la temporada, ese partido extra es una oportunidad real de cambiar la tabla en una sola noche.

Calendario, cruces directos y la sombra del Play-in

El calendario final es implacable. Hay enfrentamientos directos que funcionan como eliminatorias anticipadas. Barrer una serie corta puede ser definitivo; perderla, también.

Además, el reglamento añade presión. Si el quinto lugar termina a un juego o menos del cuarto, se activa el Play-in, una mini serie al mejor de tres donde el cuarto solo necesita una victoria. Con la tabla actual, ese escenario es más probable que remoto.

Semana decisiva: juegos que no admiten errores

El miércoles 17 es una jornada clave. Estrellas y Licey se miden en un duelo directo. Una victoria azul empata la tabla; una derrota los deja al borde. El Escogido visita a unas Águilas ya clasificadas, una oportunidad clara para robar un triunfo. Los Gigantes, en casa ante los Toros, están obligados a ganar.

Tras el descanso del jueves, el viernes 19 puede empezar a definir destinos. Gigantes vs. Estrellas es casi un juego de eliminación. Toros vs. Leones abre una ventana para los rojos. Y el Clásico Licey-Águilas en Santiago será, para los azules, una prueba de supervivencia más que de orgullo.

Un cierre que no perdona

El Licey tiene el camino más cuesta arriba: cruces directos, visitas difíciles y rivales sin presión. Si Estrellas y Leones juegan para .500 estos días, estarán muy cerca de clasificar. Si Gigantes o Tigres se embalan con dos o tres victorias seguidas, el Play-in será inevitable.

La LIDOM vive uno de sus cierres más apretados. No hay espacio para errores ni para cálculos largos. Aquí gana el que soporte mejor la presión.