Llegan cadáveres a la costa de Colombia: Petro apunta a ataques en el Caribe 

El presidente vincula los hallazgos con bombardeos de Washington.

La costa norte de Colombia se ha convertido en el escenario de un enigma macabro que escala rápidamente a conflicto diplomático. El presidente Gustavo Petro puso el foco este lunes sobre el hallazgo de varios cadáveres en las playas de Puerto López, en la Alta Guajira, exigiendo a Medicina Legal una identificación urgente de los restos. 

Para el mandatario, estos cuerpos no son víctimas del azar, sino el resultado de bombardeos ejecutados en alta mar, una acusación que apunta directamente a las operaciones de vigilancia y ataque de fuerzas extranjeras.

Petro no se quedó en la superficie del reporte local. A través de sus redes, solicitó una coordinación directa con la Fiscalía de Venezuela para cruzar información, sugiriendo que la tragedia ignora fronteras. 

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El trasfondo de su denuncia asegura que quienes caen bajo el fuego de los misiles en el Caribe no son capos de la droga, sino pescadores pobres que, empujados por la miseria, terminan transportando cargamentos de cocaína para las mafias.

“Sus aliados no pueden ser los narcos”, sentenció Petro en un mensaje dirigido a Washington, criticando lo que considera una estrategia errática de Estados Unidos en la región.

La tensión sube de tono al comparar las cifras. Informaciones que circulan desde el propio gobierno estadounidense hablan de 22 ataques y 23 botes bombardeos en el Caribe y el Pacífico desde septiembre, dejando un saldo de 87 muertos. 

Para el presidente colombiano, esa ofensiva es una muestra de fuerza desmedida que castiga al eslabón más débil de la cadena del narcotráfico mientras, según sus palabras, se indulta a figuras políticas con vínculos históricos con el crimen organizado.

Pero el discurso de Petro fue más allá de los cuerpos en la arena. En un acto cargado de simbolismo desde Ciénaga, Magdalena, el mandatario comparó la presión actual de la Casa Blanca con los días oscuros de la Masacre de las Bananeras en 1928. 

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Afirmó que, tal como ocurrió hace casi un siglo, hoy se ciernen amenazas de intervención si Colombia no se alinea con los intereses de Washington. La sombra de una invasión o de agresiones militares directas ha vuelto al léxico presidencial, especialmente tras las recientes declaraciones de Donald Trump, quien sugirió que cualquier país involucrado en la producción de cocaína podría ser blanco de ataques.

Con este panorama, la identificación de los cuerpos en La Guajira deja de ser un trámite forense para convertirse en una pieza clave de política exterior. Petro intenta demostrar que la guerra contra las drogas, bajo el actual esquema de bombardeos, solo está amontonando cadáveres de ciudadanos humildes en las playas del norte, mientras el conflicto soberano con Estados Unidos entra en una fase de incertidumbre y retórica inflamada. Con datos de Prensa Latina