PLD alerta sobre presión JCE que afecta a los partidos

La organización cuestiona intimación de la JCE y advierte un patrón de excesos

El Partido de la Liberación Dominicana volvió a levantar la voz, esta vez en defensa de lo que considera un terreno que no se debe tocar: los derechos constitucionales que protegen la vida interna de los partidos y la libertad de organización. Su Secretario General, Johnny Pujols, criticó con firmeza la intimación que la Junta Central Electoral dirigió a la Fuerza del Pueblo por la marcha realizada el pasado domingo. A su juicio, no se trata de un simple llamado de atención administrativo, sino de una señal que confirma un rumbo inquietante.

Pujols expuso su postura durante una entrevista en el programa El Gobierno de la Tarde, donde calificó el aviso de la JCE como “un exceso” que, lejos de ser un hecho aislado, forma parte de un conjunto de decisiones recientes que colocan a los organismos electorales en un papel que, según él, no les corresponde.

Recordó que el Tribunal Superior Electoral ha emitido fallos que, en su opinión, se han entrometido en asuntos estrictamente internos del PLD. Para el dirigente peledeísta, estas decisiones no solo generan ruido, sino que abren la puerta a una dinámica peligrosa en la que los órganos encargados de regular el proceso electoral terminan incidiendo más allá de sus límites.

Según explicó, tanto las resoluciones del TSE como la advertencia de la JCE comparten un mismo punto: la intención de influir en cómo operan los partidos, algo que la Constitución protege de forma explícita. “Los partidos tienen autonomía, y esa autonomía no es decorativa. Está respaldada por la Constitución. Y el pueblo dominicano tiene derecho a marchar, reunirse y expresar sus ideas, también en el plano político. Esos derechos no dependen de simpatías ni de colores”, dijo.

El dirigente reconoció que en ocasiones anteriores, cuando el PLD fue objeto de decisiones similares, la Fuerza del Pueblo no se pronunció en defensa del partido morado. Aun así, aseguró que ese silencio no define la postura del PLD.

Lo que está en juego, recalcó, no es un conflicto entre organizaciones ni una disputa coyuntural. Para él, se trata de un deber mayor: garantizar que todos los actores políticos puedan ejercer sus derechos sin obstáculos.

“Esto no se trata de quién respaldó a quién en tal momento. Se trata de proteger la estructura democrática del país. Si se limitan derechos sin justificación, no importa a quién afecte primero. Al final daña a toda la democracia”, afirmó.

Las declaraciones de Pujols surgieron después de que la prensa revelara que la JCE intimó formalmente a la Fuerza del Pueblo para que ajustara sus actividades a la normativa vigente.

Según la Junta, la marcha del domingo podría considerarse como propaganda adelantada, una práctica que la ley sanciona. La advertencia generó reacciones inmediatas, tanto dentro del ámbito político como en sectores que siguen de cerca el desarrollo del proceso electoral.

En su comentario, Pujols explicó que es normal que la JCE supervise el cumplimiento de las reglas que rigen las campañas, pero insistió en que la institución debe actuar con prudencia para no invadir espacios que pertenecen a la ciudadanía. Señaló que las marchas y movilizaciones públicas no son solo herramientas políticas, sino formas de participación legítima y esenciales para medir el pulso social. “No podemos convertir cualquier expresión pública en un acto prohibido. Sería una forma de silenciar a la gente”, concluyó.

El dirigente del PLD insistió en que el país necesita árbitros firmes, no árbitros que parezcan intervenir en la dinámica política más de la cuenta. A su juicio, un sistema democrático sano requiere instituciones capaces de equilibrar el respeto a la ley con la protección de los derechos fundamentales.

Pujols cerró su intervención con un llamado a los distintos sectores, incluidos los partidos, los medios y las organizaciones sociales, para que mantengan la mirada puesta en estos episodios.

Considera que la vigilancia colectiva es necesaria para evitar que la regulación electoral se convierta en un filtro que limite, en lugar de ordenar, la participación ciudadana. Según él, la democracia dominicana ha demostrado fuerza incluso en los momentos complejos, pero no es invulnerable. Por eso, dijo, es importante evitar que se normalicen estas señales de presión institucional.

Con este planteamiento, el PLD deja claro que seguirán atentos y dispuestos a defender tanto sus propios derechos como los de cualquier organización política, sin importar rivalidades. Para ellos, el debate no es si se simpatiza o no con una marcha. El punto central es resguardar el derecho de cualquier ciudadano a ocupar el espacio público y alzar su voz con libertad.