Trump revela que Putin le informó del ataque a su residencia

El mandatario estadounidense advierte que el incidente pone en riesgo la paz.

En el complejo ajedrez de la diplomacia global, los gestos y las palabras suelen pesar tanto como las balas. Este lunes, Donald Trump dejó claro que no le ha hecho ninguna gracia el reporte sobre un ataque con drones a una de las residencias oficiales de Vladímir Putin en la región de Nóvgorod. 

Durante una comparecencia junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el mandatario estadounidense no ocultó su malestar: "No es nada bueno y no es el momento adecuado para hacer algo así", sentenció con un tono que denotaba una mezcla de sorpresa y decepción.

Trump reveló que fue el propio Putin quien lo llamó temprano por la mañana para darle la noticia de primera mano. Según el republicano, el líder ruso le detalló la incursión de los drones en lo que describió como un ataque directo a su hogar. 

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Para Trump, existe una línea roja ética y estratégica que se ha cruzado. "Una cosa es que el bando ucraniano adopte una posición ofensiva en el campo de batalla y otra muy distinta es que ataquen su casa", explicó el magnate, subrayando que este tipo de acciones solo enturbian un momento sumamente delicado.

El enojo de Trump no es casualidad. El incidente ocurre justo cuando su administración intenta cerrar un acuerdo histórico para poner fin a la guerra que desangra a Europa desde 2022. 

La noticia del ataque ha servido de combustible para que el Kremlin sugiera que va a reconsiderar su postura en las mesas de negociación, un retroceso que el equipo de Trump quiere evitar a toda costa. 

"Me enteré hoy por el presidente Putin y me enfadé mucho", reiteró el estadounidense, dejando ver que ve en este episodio un obstáculo innecesario para sus planes de paz.

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Mientras tanto, en Kiev, la narrativa es diametralmente opuesta. Volodímir Zelenski no tardó en salir al paso para desmentir categóricamente las acusaciones de Moscú. Para el líder ucraniano, todo se trata de una puesta en escena, una de las "típicas mentiras rusas" fabricadas con el único propósito de socavar los avances diplomáticos que se han logrado en las últimas semanas.

Zelenski sostiene que Ucrania no tiene interés en sabotear el diálogo con Washington y que el Kremlin está inventando pretextos para no ceder en las negociaciones.

Lo cierto es que este cruce de versiones pone a Trump en una situación incómoda. Por un lado, mantiene una línea de comunicación directa y fluida con Putin, quien parece haber logrado "indignar" al estadounidense con su versión de los hechos. Por otro, Zelenski intenta convencer a la Casa Blanca de que Rusia está jugando sucio para dilatar el proceso.

Con la tensión al límite, el mundo observa si el enfado de Trump se traducirá en una presión adicional sobre Kiev o si el republicano logrará calmar las aguas en Moscú para que el diálogo no se descarrile definitivamente. 

Lo que queda claro es que, en la mente del mediador estadounidense, las reglas del juego han cambiado y los ataques personales o a residencias oficiales son, ahora mismo, el peor enemigo de la diplomacia. Con datos de Europa Press.