Round Robin de LIDOM arranca sin margen de error

Cuatro equipos, 18 juegos y un camino corto hacia la final

La espera terminó. El Round Robin de la LIDOM arranca este sábado 27 de diciembre y, como suele pasar en esta etapa, ya no hay espacio para excusas ni experimentos. Escogido, Águilas, Gigantes y Toros entran a un torneo corto, áspero y emocional, donde cada error pesa doble y cada victoria se celebra como oro.

La serie regular dejó claro algo: nadie dominó con autoridad absoluta. Hubo rachas, caídas, empates forzados hasta el último día y decisiones tomadas con calculadora en mano. Ahora empieza otro campeonato. Uno donde el pasado no garantiza nada y el presente manda.

La jornada inaugural ofrece dos escenarios clásicos. A las 5:00 de la tarde, los Leones del Escogido visitan a las Águilas Cibaeñas en el Estadio Cibao, un parque que en estas instancias suele inclinar partidos por pura presión ambiental. Más tarde, a las 7:30, los Gigantes del Cibao chocan con los Toros del Este en La Romana, una plaza donde el margen de error se reduce inning por inning.

Serán 18 juegos de alta tensión. Solo dos equipos avanzan a la Serie Final y el premio mayor es representar a República Dominicana en la Serie del Caribe Guadalajara 2026. No hay series largas para corregir. Aquí se gana hoy o se lamenta mañana.

El balance de cada equipo

Desde el Draft de Reingreso quedó claro que nadie se siente completo. Todas las gerencias salieron a tapar grietas específicas, pensando más en octubre corto que en profundidad a largo plazo.

Leones del Escogido

Cerraron la regular jugando su mejor béisbol. El manejo de Carlos Peña ha sido sobrio, sin movimientos desesperados. El Escogido tiene un roster equilibrado, con banca útil y brazos que pueden absorber innings. El punto clave será la rotación abridora. Si sus abridores mantienen el nivel mostrado en diciembre, los rojos serán un rival incómodo noche tras noche.

Águilas Cibaeñas

El mensaje fue claro: defensa primero. La incorporación de Cristhian Adames refuerza el cuadro interior, una zona crítica en juegos cerrados. Las Águilas saben que en el Round Robin no se regalan outs. El reto estará en el pitcheo. Si logran estabilidad en los primeros innings, el Estadio Cibao puede convertirse en una ventaja real.

Gigantes del Cibao

Llegan con el ruido del favoritismo externo. No es casualidad. Su ofensiva asusta. Francisco Mejía, junto a Núñez y Marte, transforma el lineup en una amenaza constante. Además, terminaron la regular con cuatro victorias consecutivas, algo que suele traducirse en confianza inmediata. La interrogante es el bullpen. Si no logran cerrar juegos, ese poder puede quedarse corto.

Toros del Este

Equipo incómodo, paciente y poco espectacular, pero efectivo. Jesús Mejía apostó por reforzar el relevo y tiene sentido. En el Corral saben que los partidos se definen tarde. Los Toros juegan béisbol pequeño, corren bien las bases y obligan al rival a ejecutar. Si sus relevistas cumplen, pueden meterse en la pelea sin hacer ruido.

Un calendario que aprieta

El ritmo será asfixiante. Juegos casi diarios, viajes constantes y la presión añadida de jugar en fechas festivas. LIDOM incluyó pausas estratégicas el 31 de diciembre, 1 de enero, y los días 6 y 12, pensando en la salud de los brazos. Esos descansos pueden cambiar el rumbo de la tabla.

La fase semifinal termina el 17 de enero. Para entonces, solo dos equipos seguirán en pie. Lo de antes fue calentamiento. Ahora empieza el ajedrez real: manejo del bullpen, alineaciones situacionales y decisiones que se juzgan en segundos.

No hay favorito claro. Y eso no es una frase hecha. En LIDOM, cualquiera puede ganarle a cualquiera. Por eso el Round Robin no se promete. Se sobrevive.