RD 2025: ¿Qué tan sólido fue el desempeño financiero?

Osvaldo Lagares, del Banco Central, desglosa la solvencia y retos del sector.

Santo Domingo.- Si tuviéramos que ponerle una nota al desempeño financiero de la República Dominicana en este 2025 que ya casi despedimos, ¿cuál sería? La pregunta es válida, sobre todo cuando miramos por la ventana y vemos un panorama global convulso, con tensiones geopolíticas que no dan tregua y socios comerciales que han tenido que apretarse el cinturón. Sin embargo, puertas adentro, los números cuentan una historia distinta, una de resiliencia y "músculo" bancario.

Gobierno evalúa metas y traza agenda para 2026 en Consejo de Ministros

Osvaldo Lagares, Ph.D., desde el Departamento de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco Central, pone las cartas sobre la mesa con un análisis que va más allá de la cifra fría. El mensaje central es claro: el sistema financiero dominicano no solo aguantó el golpe externo, sino que creció, y lo hizo con solvencia.

El dinero se movió: activos y crédito

Para entender la magnitud, plantea Lagares, hay que mirar el volumen. Los activos totales del sistema ya tocan los RD$4.19 billones, lo que representa más de la mitad del PIB (un 52.6 %, para ser exactos). No estamos hablando de dinero estático; es capital que fluye. El crecimiento de más de RD$343,000 millones este año se explica, en gran medida, porque los bancos siguieron prestando y las entidades invirtiendo.

Inicia reorganización de Bayahíbe con 213 millones en obras.

La cartera de crédito, ese termómetro real de la economía, sumó RD$191,000 millones adicionales. ¿A dónde fue ese dinero? A lo que mueve el país: el consumo, la vivienda, el comercio y la manufactura.

El autor indica que aquí entra el matiz analítico importante: ¿Se está prestando bien? La respuesta corta es sí. El 72 % de esos créditos están en manos de deudores clasificación 'A', esa gente y empresas que pagan a tiempo. La morosidad se mantiene en un saludable 1.9 %, un nivel totalmente manejable y esperado para un cierre de año. Y por si acaso, el sistema tiene un "colchón": por cada peso de deuda vencida, los bancos tienen RD$1.62 guardados en provisiones. Eso es cobertura pura y dura.

Confianza y tasas: El alivio al bolsillo

Un dato que mata el relato es el de los depósitos. Señala que cuando hay miedo, el dinero se esconde o se va. En 2025 pasó lo contrario. Los depósitos en pesos crecieron un 9 % y el ahorro en dólares superó los US$14,500 millones. Esto nos dice que el agente económico confía en que su dinero está seguro en la banca local.

Y hablando de seguridad, la Junta Monetaria hizo la tarea ajustando el fondo de garantía (garantizando ahora hasta RD$2,355,000 por depositante) y actualizando reglamentos cambiarios, subraya.

Trump endurece el cerco contra Venezuela y bloquea petroleros

Pero quizás lo que más siente la calle es el costo del dinero. Las medidas monetarias surtieron efecto y las tasas bajaron. La tasa interbancaria —lo que se cobran los bancos entre sí— cayó del 12.59 % en junio a un 7.05 % en diciembre. Eso es un descenso de más de 500 puntos básicos que, inevitablemente, termina abaratando los préstamos personales y comerciales, que ya bajaron del 15 % al 13.37 % en promedio. Es un respiro necesario para reactivar proyectos.

Rentabilidad y lo que viene en 2026

El negocio bancario sigue siendo rentable (ROE de 21.65 %), pero lo más relevante es la solvencia del 17.07 %, muy por encima del 10 % que exige la ley. Esto significa que hay capital de sobra para enfrentar escenarios de estrés, incluso si la economía mundial se complica más.

Mirando hacia 2026, el análisis de Lagares proyecta una expansión del crédito entre un 10 % y un 12 %. Pero ojo, no todo es color de rosa; los desafíos cambian de rostro. Ya no es solo la inflación o el tipo de cambio; ahora los bancos deben gestionar riesgos de ciberseguridad, inteligencia artificial y cambio climático.

En resumen, Lagares plantea que el 2025 cierra con un sistema financiero que, lejos de contraerse por la incertidumbre global, sirvió de ancla para la estabilidad dominicana. Ahora toca ver cómo esa liquidez se transforma en crecimiento real para el año que entra.

• Lea el artículo completo publicado en Página Abierta.