El Conjunto Quisqueya: medio siglo de éxito sin facturas pendientes

La emblemática orquesta revela las claves de su unidad y estabilidad.

SANTO DOMINGO.-El éxito en la música suele ser una moneda al aire que, con frecuencia, cae del lado de los excesos o las rupturas por dinero. Sin embargo, el Conjunto Quisqueya parece haber descifrado una fórmula distinta. Con más de cinco décadas sobre los escenarios, sus integrantes no solo presumen de vigencia, sino de una estabilidad económica que, según ellos, es el resultado de haber sabido administrar la bonanza de sus años dorados.

En una reciente conversación en el programa D’AGENDA, Javish Victoria fue enfático: para ellos, el dinero nunca ha sido un motivo de discordia. Mientras otras agrupaciones se desmoronan cuando un cantante estrella recibe una oferta mejor, en el "Conjunto" la lealtad ha pesado más que el talonario. Javish recuerda que, desde los inicios, la transparencia fue la norma. 

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Recordó que Aneudy Díaz, el recordado director fundador, tenía una forma muy particular de llevar las cuentas: hacía la nómina frente a todos, entre jugadas de dominó, eliminando cualquier sombra de duda.

Esa cultura de hermandad y buena inversión les permite hoy gozar de un retiro activo sin apreturas. "Estamos rozagantes", bromeó Victoria, subrayando que cada miembro supo cuidar lo suyo y que, al final del día, tampoco necesitan lujos extravagantes para vivir con dignidad.

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No todo es nostalgia y cuentas claras. La agrupación puso el dedo sobre una llaga que duele en la industria actual: el costo de la promoción. Javish Victoria lamentó que, para que un tema nuevo logre penetración, se hable de inversiones que rondan los RD$500,000 mensuales. "Nadie aguanta eso", sentenció, refiriéndose a la confesión de un colega del género que está actualmente en el tope de la popularidad.

A esta barrera económica se suma la desaparición de las grandes casas disqueras, dejando a los artistas a merced de sus propios recursos. Ante este panorama, Chucky Acosta, director de la banda, lanzó una advertencia seria: el merengue corre el riesgo de convertirse en una pieza de museo. "No podemos llegar al nivel de Argentina, donde para escuchar un tango hay que ir a una casa especializada", señaló el autor de Felicítame.

Identidad frente a la corriente urbana

La charla también abordó la confusión generacional entre el merengue tradicional y el denominado merengue urbano. Para Acosta, la distinción es necesaria: "La sal y el azúcar no son lo mismo". Aunque respetan el éxito de figuras como Omega o Ala Jaza, los integrantes del Quisqueya defienden la esencia del ritmo que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad, una estructura musical que, a su juicio, requiere de un apoyo estatal urgente para no perderse.

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En tanto que el trompetista Elías Santana dijo que fue a una fiesta donde se presentó uno de esos grupos de merengue urbano, y puede testimoniar que lo que la juventud está escuchando como merengue es muy distinto a la esencia de ese ritmo.

El grupo no se queda solo en la queja. Han puesto a disposición sus conocimientos y estudios para formar nuevos relevos, siempre que exista una política pública que proteja nuestra identidad cultural. 

Tras 15 años de un exitoso resurgir de la mano del empresario Amable Valenzuela, el Conjunto Quisqueya sigue demostrando que el merengue, cuando se gestiona con respeto y orden, es un diamante que nunca deja de brillar.