2025: El año en que el turismo rompió el techo

El año que concluye se consolida como el año récord del turismo en la República Dominicana

Santo Domingo.- No es solo una racha de buena suerte. Lo que ha ocurrido este 2025 en la República Dominicana es la consolidación de una maquinaria que parece no tener techo. El país no solo ha mantenido su pulso como el destino favorito del Caribe, sino que ha logrado lo que hace unos años parecía una meta lejana: superar la barrera de los 10 millones de visitantes mucho antes de que sonaran las campanas de Año Nuevo.

Al cierre de noviembre, las estadísticas del Ministerio de Turismo (MITUR) confirmaron que 10,284,251 personas eligieron suelo dominicano para sus vacaciones. Esta cifra no es un número frío; representa un crecimiento del 3.1% respecto al 2024 y un salto del 13% si miramos hacia el 2023. Con un diciembre que ha arrancado con las terminales aeroportuarias a máxima capacidad, las proyecciones son claras: el año cerrará rozando los 12 millones de turistas.

Un noviembre para la historia y el motor de los mercados

El hito más relevante del calendario ocurrió en noviembre. Por primera vez en la historia estadística del país, se superó el millón de visitantes en un solo mes. Este logro se sustenta en la fidelidad del mercado norteamericano. Estados Unidos y Canadá siguen siendo los principales emisores, pero la verdadera sorpresa —y el equilibrio estratégico— ha venido del sur.

Mercados como Colombia y Argentina han mostrado un dinamismo excepcional. Esta diversificación ha permitido que el flujo no se detenga, compensando cualquier fluctuación en los mercados europeos y demostrando que la marca "República Dominicana" tiene un peso específico en todo el continente. Pero ese resultado no ha sido casual, el ministro de Turismo, David Collado, ha sido el piloto de esa maquinaria.

Más que sol y playa: El impacto real en los bolsillos

A menudo se habla del turismo como una abstracción, pero en 2025 los datos aterrizan en la economía real. El sector se ha reafirmado como la columna vertebral de la nación. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), la industria aportará este año unos US$21,100 millones a la economía, lo que supone un contundente 15.8% del Producto Interno Bruto (PIB).

"Lo que estamos presentando es más que estadísticas; no son solo números, es empleo y mejores condiciones de vida para los dominicanos", ha señalado el ministro David Collado. Y tiene razón: los ingresos por divisas, que se estiman entre 11,700 y 12,000 millones de dólares, se traducen en una estabilidad cambiaria y una generación de empleos que posiciona al país como el líder regional en turismo per cápita.

La nueva cara del mapa turístico: Pedernales y Miches

Si 2024 fue el año de la planificación, 2025 ha sido el del asfalto y el concreto. La infraestructura hotelera vive un auge sin precedentes. Actualmente, hay 83 proyectos en construcción activa, lo que sumará más de 18,000 habitaciones a la oferta nacional en el corto plazo.

Sin embargo, lo más emocionante es el desplazamiento del foco hacia nuevos polos:

•  * Pedernales: El despegue es definitivo. La llegada simultánea de cruceros al Puerto de Cabo Rojo está transformando la economía del sur profundo.

•  * Miches: Sigue consolidándose como el nuevo refugio del lujo sostenible.

•  * Punta Bergantín (Puerto Plata): Con inversiones confirmadas de gigantes como Hyatt, Meliá y Hilton, el "Rey del Norte" prepara un regreso triunfal.

Incluso la Ciudad Colonial de Santo Domingo ha llegado a la temporada navideña con sus áreas estratégicas revitalizadas, conectando la modernidad de los resorts con el peso histórico de la primera ciudad de América.

¿Qué sigue después de los 10 millones?

La pregunta en el sector ya no es si se puede crecer, sino cómo hacerlo de forma sostenible. Juan Bancalari, presidente de Asonahores, es optimista pero ambicioso: "Apuntamos a construir alrededor de 9,000 habitaciones en los próximos tres años, lo que nos ayudará a alcanzar la meta de los 15 millones de turistas".

El éxito de 2025 deja una lección clara: la República Dominicana ha dejado de ser un destino de temporada para convertirse en un hub logístico y recreativo de clase mundial. La clave del futuro, según los expertos y el propio gabinete turístico, será la diversificación. Que el turista que llega por las playas de Punta Cana sienta la curiosidad de explorar las montañas de Jarabacoa, la historia de la capital o la naturaleza virgen de Barahona.

Con un cierre de año que promete batir todos los récords anteriores, el país no solo celebra cifras; celebra la madurez de una industria que, hoy por hoy, parece imparable.