La banca minorista se juega US$370.000 millones con la IA agéntica

Los "agentes autónomos" marcarán la diferencia entre sobrevivir o ser irrelevante.

NUEVA YORK.-El sector bancario se encuentra ante un abismo que separa la eficiencia tradicional de una rentabilidad sin precedentes. No se trata de un simple ajuste de costes ni de poner un chat más inteligente en la web; hablamos de un botín de 370.000 millones de dólares en beneficios adicionales para el año 2030. 

Esa es la cifra que Boston Consulting Group (BCG) ha puesto sobre la mesa en su último informe, subrayando que la Inteligencia Artificial (IA) ya no es una opción, sino un salvavidas frente a márgenes que no dejan de estrecharse.

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Atrás quedaron los días en que la tecnología solo servía para automatizar tareas repetitivas. Ahora, el motor del cambio es la llamada IA agéntica: sistemas autónomos que no solo predicen, sino que ejecutan flujos de trabajo completos en áreas tan críticas como el riesgo crediticio o la atención al cliente, con un coste marginal que tiende a cero.

El ascenso de los agentes autónomos

Lo que hace apenas un año era una curiosidad técnica, hoy representa el 17% del valor derivado de la IA en todas las industrias. Y la progresión es meteórica: BCG estima que para 2028 esa cifra escalará hasta el 29%. En la práctica, esto significa que los bancos están pasando de "probar la IA" a dejar que esta gestione procesos de cobranza, reduciendo costes operativos entre un 30% y un 40%.

Para la región de Centroamérica y el Caribe, el impacto es especialmente relevante. Marcial González, socio director de BCG, es claro: "Es una oportunidad histórica para acelerar la modernización y ampliar el acceso financiero de forma sostenible". En mercados como el nuestro, donde la presión sobre los márgenes es constante, la IA permite personalizar servicios a una escala que antes era impensable para el ojo humano.

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¿Cómo es un banco "AI-First"?

El informe dibuja un escenario donde el banco líder del futuro no se parece en nada al de hoy. Estas son sus señas de identidad:

• El gerente en el bolsillo: La IA monitorea la vida financiera del cliente en tiempo real, anticipándose a sus necesidades antes de que él mismo las note.
• Adiós a los productos rígidos: Los préstamos y tarjetas estándar mueren. En su lugar, nacen soluciones que se ajustan dinámicamente al comportamiento de cada usuario.
• Operaciones invisibles: El crédito y el ahorro se integran de forma fluida en las apps que ya usamos para comprar o socializar, sin fricciones.
• Núcleo humano estratégico: El personal se reduce en cantidad pero aumenta en efectividad, liberando a las personas de la burocracia para centrarse en la estrategia y las relaciones de alto valor.

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El riesgo de la pausa

La banca minorista global creció con fuerza hasta 2024, pero se espera un frenazo brusco en el crecimiento anual hacia 2029. En América Latina, el auge de los neobancos —liderados por el fenómeno brasileño— ha obligado a las entidades tradicionales a espabilar.

El peligro real para las instituciones financieras no es que la IA falle, sino quedarse atrapadas en la fase de "experimentación". Actualmente, casi la mitad de la inversión se queda en la superficie de la productividad individual. Sin embargo, el dinero real está en la reinvención del modelo de negocio.

Esperar a ver qué hacen los demás ya no es una estrategia válida. En este nuevo tablero, los rezagados no solo perderán dinero; corren el riesgo de volverse estructuralmente irrelevantes en un mundo donde el capital se mueve a la velocidad de un algoritmo.