Trump endurece el cerco contra Venezuela y bloquea petroleros

Washington declara terrorista al régimen de Maduro y eleva la presión

Madrid. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un bloqueo “total y completo” contra todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en una escalada directa contra el Gobierno de Nicolás Maduro. La decisión incluye la declaración del régimen venezolano como organización terrorista y la amenaza explícita de nuevas acciones si Caracas no devuelve lo que Trump calificó como “petróleo y activos robados” a Estados Unidos.

El anuncio fue hecho a través de la red Truth Social, donde Trump justificó la medida por lo que describió como “el robo de nuestros activos” y la vinculación del Estado venezolano con el terrorismo, el narcotráfico y el tráfico de personas. Según el mandatario, su orden busca cortar de raíz cualquier vía de financiamiento del régimen chavista a través de la exportación de crudo.

En su mensaje, Trump fue más allá del plano económico y recurrió a un tono abiertamente militar. Aseguró que Venezuela se encuentra “completamente rodeada de la mayor Armada jamás reunida en la historia” del continente y advirtió que la presión irá en aumento. “El impacto será algo nunca visto”, afirmó, hasta que el Gobierno venezolano devuelva a Estados Unidos el petróleo, las tierras y otros bienes que, según Washington, fueron apropiados de manera ilegítima.

Petróleo, sanciones y un discurso de confrontación total

La Casa Blanca sostiene que el crudo venezolano procede de “yacimientos robados” y que esos recursos han sido utilizados para financiar al régimen, al narcotráfico y a redes criminales. Bajo ese argumento, Trump dejó claro que su Administración no aceptará ningún tipo de negociación mientras Caracas mantenga el control de activos que considera estadounidenses.

La declaración del régimen de Maduro como organización terrorista marca un punto de inflexión. No se trata solo de sanciones económicas, sino de un cambio de marco político y legal que abre la puerta a medidas más agresivas, tanto en el ámbito financiero como en el diplomático y militar. El lenguaje utilizado refuerza la idea de que Washington ve a Caracas no como un adversario político, sino como una amenaza directa a su seguridad nacional.

Migración y mensaje interno en Estados Unidos

Trump también vinculó la crisis venezolana con la inmigración irregular. Aseguró que su Gobierno está devolviendo “a un ritmo acelerado” a los inmigrantes ilegales y delincuentes que, según él, fueron enviados a Estados Unidos por el régimen de Maduro durante la Administración de Joe Biden, a la que calificó de “débil e ineficaz”.

Este componente del discurso apunta claramente al frente interno. El endurecimiento contra Venezuela se presenta como una muestra de autoridad, control fronterizo y defensa de los intereses nacionales, mensajes clave para la base política de Trump.

Análisis: presión máxima y alto riesgo de escalada

El bloqueo total de petroleros supone un golpe directo a una de las principales fuentes de ingresos de Venezuela y eleva la tensión a niveles poco habituales incluso en el historial de sanciones entre ambos países. La estrategia de Trump combina castigo económico, aislamiento internacional y un relato de fuerza militar que deja poco margen para salidas diplomáticas a corto plazo.

El riesgo es evidente. Una presión de este calibre puede agravar la crisis interna venezolana y tensar aún más el tablero regional. Al mismo tiempo, consolida un escenario de confrontación abierta en el que cualquier incidente podría escalar rápidamente. Para Trump, el mensaje es claro: no habrá concesiones sin una rendición previa. Para Venezuela, el cerco se estrecha como nunca antes.