BBC se planta ante demanda millonaria de Donald Trump

La cadena británica niega difamación y anticipa una batalla judicial

MADRID.– La BBC no dará marcha atrás. La radiotelevisión pública británica aseguró este martes que se defenderá en los tribunales frente a la demanda presentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reclama una indemnización de 10.000 millones de dólares por la emisión de un documental en el que, según su equipo legal, se le retrata de forma falsa y maliciosa en relación con los hechos del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

“Como hemos dejado claro previamente, nos defenderemos en este caso”, afirmó un portavoz de la cadena, que evitó hacer más comentarios al tratarse de un procedimiento judicial en curso. La BBC recordó que ya se disculpó oficialmente en noviembre por la edición de un fragmento de un discurso de Trump emitido en el programa Panorama, aunque subrayó que no existe base legal para sustentar una demanda por difamación de tal magnitud.

Una demanda sin precedentes contra un medio público

La denuncia, revelada por The New York Times, sostiene que la BBC incurrió en una “representación falsa, difamatoria, engañosa y maliciosa” del entonces candidato republicano, al emitir poco antes de las elecciones de 2024 imágenes editadas de un discurso pronunciado por Trump antes de que una multitud de seguidores irrumpiera en el Capitolio. Según el documento, la intención del reportaje habría sido influir de manera directa en el resultado electoral en perjuicio del mandatario.

El escrito, de 46 páginas, va más allá del terreno mediático y acusa a la cadena británica de violar la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas y Desleales del estado de Florida, un argumento poco habitual en litigios de esta naturaleza. Los abogados de Trump describen a la BBC como una institución “otrora respetada y ahora desacreditada”, y sostienen que la demanda busca sentar un precedente.

El origen de la controversia

La polémica se intensificó a principios de noviembre, cuando el presidente de la BBC, Samir Shah, reconoció públicamente que el material emitido pudo dar “la impresión errónea de un llamamiento a la violencia”. Ese reconocimiento, acompañado de una disculpa formal, no fue suficiente para frenar la ofensiva legal del entorno de Trump, que considera el daño reputacional irreparable.

Para la BBC, en cambio, el caso no cumple los estándares jurídicos necesarios para prosperar. La cadena defiende que el contenido se enmarca en el ejercicio del periodismo de interés público y en el análisis crítico de uno de los episodios más controvertidos de la política estadounidense reciente.

Análisis: libertad de prensa bajo presión política

Más allá del choque legal, el caso reabre un debate de fondo sobre la relación entre poder político y medios de comunicación. La demanda de Trump, tanto por su cuantía como por su enfoque, es vista por analistas como un intento de disuadir la cobertura crítica mediante la vía judicial.

Si prospera, podría marcar un precedente inquietante para medios internacionales que informan sobre líderes extranjeros. Para la BBC, institución financiada con fondos públicos y con un fuerte peso simbólico, el litigio supone una prueba clave de su independencia editorial.

El desenlace de esta disputa no solo definirá responsabilidades legales, sino que también enviará un mensaje claro sobre hasta dónde puede llegar la presión política en democracias consolidadas cuando el periodismo toca fibras sensibles del poder.