Terror en Sídney: 11 muertos en ataque terrorista durante fiesta judía

Pánico en la playa: disparos contra familias judías en Sídney

Sidney, Australia.- La icónica postal de Bondi Beach, en Sídney, se tiñó de sangre este domingo. Lo que debía ser una tarde de celebración, luz y comunidad se transformó en una pesadilla en cuestión de minutos. Al menos 11 personas han perdido la vida y otras 29 han resultado heridas —incluidos dos policías— tras un tiroteo masivo dirigido contra la comunidad judía local, que se congregaba para celebrar el inicio de la Janucá.

El ataque, ocurrido sobre las 18:45 hora local, desató el caos entre las aproximadamente 2.000 personas reunidas en el extremo norte de la playa. Según testigos presenciales, el ambiente festivo se rompió por el sonido seco de los disparos cuando dos hombres armados abrieron fuego indiscriminadamente contra la multitud que se preparaba para el encendido de las primeras velas.

La respuesta policial fue rápida y contundente. Las autoridades de Nueva Gales del Sur han confirmado que uno de los asaltantes fue abatido en el lugar, mientras que el segundo se encuentra detenido en estado crítico tras el intercambio de disparos. Mal Lanyon, comisario jefe del estado, no dudó en catalogar los hechos: "Estamos ante un ataque terrorista".

"Un momento oscuro": Inteligencia conocía a uno de los autores

El impacto en la sociedad australiana ha sido inmediato. El primer ministro, Anthony Albanese, compareció visiblemente afectado para denunciar lo que calificó como "un momento oscuro para Australia". Albanese describió el horror de Bondi como algo que "escapa a nuestra comprensión", subrayando que el trauma para las familias supera cualquier pesadilla imaginable.

Mientras la investigación antiterrorista arranca con todos los recursos federales disponibles, han comenzado a surgir detalles inquietantes. Mike Burgess, director general de la Organización Australiana para la Inteligencia y la Seguridad (ASIO), confirmó un dato que añade presión a las autoridades: uno de los terroristas ya estaba en el radar de la agencia. Sin embargo, Burgess matizó que, hasta la fecha, no se le consideraba una "amenaza inmediata", y pidió prudencia ante las filtraciones sobre la identidad de los atacantes que ya circulan en la prensa local.

Israel señala directamente a la política exterior australiana

Más allá de la tragedia humana, el ataque ha detonado una crisis diplomática de alto voltaje. La reacción desde Israel ha sido furibunda, vinculando directamente la matanza con decisiones políticas recientes de Canberra.

El presidente israelí, Isaac Herzog, condenó el "vil ataque" y exigió mano dura contra lo que percibe como una "ola de antisemitismo" descontrolada en el país oceánico. Pero fue el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien elevó el tono. Recordando una carta enviada recientemente a Albanese, Netanyahu sugirió que el reconocimiento australiano del Estado palestino ha servido para "echar leña al fuego antisemita", validando, según su visión, a quienes odian a la comunidad judía.

En una línea aún más dura se manifestó Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel, quien lanzó una acusación incendiaria: "Las manos del Gobierno de Australia están manchadas con la sangre de los asesinados".

Condena global: de la Casa Blanca a la Cancillería alemana

La noticia ha generado una ola de repulsa internacional que cruza todo el espectro político. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, envió sus oraciones a las víctimas recalcando que "el antisemitismo no tiene cabida en este mundo". Una postura respaldada por la ONU, donde António Guterres lamentó que una fiesta dedicada al milagro de la paz haya terminado en masacre.

Europa también ha cerrado filas. Ursula von der Leyen y Emmanuel Macron expresaron su horror ante el ataque antisemita. En Alemania, el canciller Friedrich Merz fue tajante. A través de la plataforma X, el líder de la CDU se mostró "estupefacto" por la violencia desatada en plena Janucá y subrayó la urgencia de erradicar el antisemitismo, "tanto aquí en Alemania como en el resto del mundo".

Incluso desde el mundo árabe llegaron reacciones rápidas. Qatar, habitual mediador en la región, emitió un comunicado rechazando la violencia y el terrorismo "independientemente de sus motivos", aunque evitando mencionar explícitamente el objetivo judío del ataque.

El islam australiano se desmarca del terror

En medio de la tensión social y el cruce de acusaciones políticas, una voz importante ha pedido calma y unidad. El Consejo de Imanes de Australia reaccionó con celeridad para condenar el atentado en nombre de la comunidad musulmana.

En un comunicado inequívoco, los líderes religiosos aseguraron que "estos crímenes no tienen cabida en nuestra sociedad" y exigieron que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables. "Nuestros corazones están con las víctimas", concluyeron, intentando poner un dique de contención ante el riesgo de que el odio sectario se propague por las calles de Australia tras una jornada que nadie podrá olvidar.