Remesas récord: RD recibe US$10,780 millones a noviembre

El "motor" de la diáspora inyecta US$1,000 millones extra a la economía

Santo Domingo.- La economía dominicana sigue encontrando en su diáspora un socio infatigable. Los datos más recientes del Banco Central (BCRD) confirman que el flujo de divisas no solo se mantiene, sino que acelera el paso. Entre enero y noviembre de 2025, el país recibió US$10,780.8 millones en remesas, una cifra que, leída en frío, quizás no dimensiona el impacto real: estamos hablando de un crecimiento del 10.5 % interanual.

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Para ponerlo en perspectiva, en lo que va de año han entrado a la economía nacional US$1,028.3 millones adicionales respecto al mismo periodo de 2024. Este excedente es vital en un contexto global que sigue siendo incierto. Noviembre, por sí solo, aportó US$889.5 millones, marcando un alza del 5.8 %. No es solo dinero entrando a cuentas bancarias; es un efecto multiplicador inmediato que sostiene el consumo de miles de hogares y oxigena el comercio minorista.

El factor Estados Unidos: servicios y empleo mueven la aguja

Analizar las remesas dominicanas obliga a mirar hacia el norte. El 80.7 % de los flujos formales de noviembre (unos US$669.8 millones) provino de Estados Unidos. ¿Por qué sigue creciendo el envío de dinero? La respuesta está en la salud del mercado laboral estadounidense, específicamente en el sector servicios.

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El índice de gestores de compras (PMI) no manufacturero, un termómetro clave de la actividad económica en EE. UU., subió a 52.6 en noviembre. Este dato técnico se traduce en algo simple: el sector servicios —donde se emplea la gran mayoría de la mano de obra dominicana en el exterior— está en expansión. Si hay trabajo en restaurantes, hotelería y servicios personales en Nueva York o Florida, el flujo de dólares hacia Santo Domingo se mantiene robusto.

Aunque Estados Unidos domina el escenario, Europa sigue presente. España aportó casi 57 millones de dólares en el mes (6.9 % del total), consolidándose como el segundo origen de estos recursos, seguido de lejos por aportes menores desde Haití, Italia y Suiza.

Capital y Santiago: concentración urbana de los recursos

Un dato que suele pasar desapercibido es dónde aterrizan estos dólares. La distribución geográfica revela una fuerte concentración en las zonas metropolitanas. El Distrito Nacional se lleva la mitad del pastel, absorbiendo el 51 % de los envíos de noviembre. Si sumamos a Santiago (9.8 %) y la provincia Santo Domingo (7.2 %), tenemos que casi el 70 % de las remesas se quedan en los grandes centros urbanos.

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Esto sugiere que las remesas no solo combaten la pobreza rural, sino que son un combustible esencial para la clase media y baja urbana, financiando desde la canasta básica hasta la educación y la construcción en las ciudades principales.

Blindaje cambiario y proyecciones de cierre

Más allá del consumo familiar, estos flujos son la columna vertebral de la estabilidad macroeconómica. La entrada constante de dólares ha permitido al Banco Central mantener un nivel de reservas internacionales de US$14,274 millones, equivalente al 11.1 % del PIB.

¿Por qué importa esto al ciudadano común? Porque las reservas son el "colchón" que evita saltos bruscos en la tasa de cambio. A pesar de los desafíos externos, la moneda local solo se ha depreciado un 3.5 % frente al dólar hasta noviembre, un deslizamiento controlado y previsible gracias, en gran parte, a esta liquidez externa.

El panorama para el cierre de 2025 es optimista. El BCRD proyecta que las remesas superarán los US$11,700 millones al finalizar diciembre. Si a esto le sumamos el turismo, las exportaciones y la inversión extranjera directa, la República Dominicana espera recibir más de US$46,000 millones en divisas este año. Una cifra que no solo garantiza la cobertura de más de cinco meses de importaciones, sino que reafirma la resiliencia de una economía que, impulsada desde fuera, mantiene el equilibrio adentro.