Científico RD: resistencia antibiótica es la próxima amenaza global

El virólogo Robert Paulino denuncia un "ataque constante" contra la ciencia y alerta sobre el uso irracional de fármacos en el país

SANTO DOMINGO.- La humanidad se encamina hacia una nueva y devastadora crisis de salud, una que no será causada por un virus inédito, sino por la incapacidad de la medicina moderna para combatir infecciones comunes. Así de contundente fue el virólogo Robert Paulino, director del Instituto de Medicina Tropical y Salud Global de la Universidad Iberoamericana, al advertir que la resistencia a los antibióticos se perfila como la próxima gran pandemia.

"La resistencia multidroga en nuestros países es seria y muy peligrosa porque nos estamos quedando sin arsenal", alertó Paulino. El experto señaló que la falta de inversión por parte de las grandes farmacéuticas en el desarrollo de nuevas moléculas para infecciones bacterianas, sumado a un proceso de ensayo clínico costoso y prolongado, nos deja vulnerables. 

La preocupación es mayúscula en países como República Dominicana, donde la ausencia de un proceso regulatorio estricto en la venta de estos fármacos agrava el problema.

Paulino, entrevistado en el programa D’AGENDA, recordó que el mal uso de antibióticos —un problema que, en ocasiones, es responsabilidad del propio personal de salud— acelera esta resistencia bacteriana, aumentando el riesgo de transmitir infecciones con esas características. 

La recomendación del virólogo es que cada centro de salud debería contar con un comité que vigile el uso racional y estratégico de cada medicamento para preservar su eficacia.

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La ciencia bajo fuego

El virólogo no limitó su crítica al ámbito farmacéutico, sino que lanzó una dura denuncia contra lo que percibe como un "ataque constante" contra la ciencia que se ha intensificado en los últimos cinco años. Paulino sostiene que diversos sectores han estado tejiendo y repitiendo mentiras, instrumentalizando la antigua premisa de que una mentira repetida se acerca a la verdad.

"Cuando esas mentiras se introducen en una cámara de eco que tiene la potencialidad de influir en las decisiones, o que influyen desde el punto de vista cultural en muchas sociedades, obviamente se va a encontrar que una idea que no tiene fundamentos científicos ni lógicos se convierte en una verdad que mucha gente adopta", explicó.

El profesional criticó que estos discursos, que han polarizado tanto a la derecha como a la izquierda en extremos, pretenden hacer ver la ciencia como una fuerza que coarta la libertad individual. Paulino recordó que la esencia de la ciencia es la discusión centrista, no el extremismo.

"No todo lo que sabemos de las vacunas es completamente bueno, pero tampoco es completamente malo; por consiguiente, siempre nos permite poder negar lo que todos los días nosotros decimos que es verdad, porque esa es la esencia fundamental del quehacer científico", subrayó, defendiendo que la crítica es saludable siempre que se mantenga bajo el rigor científico.

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Fallo en la comunicación y alerta respiratoria

Paulino reconoció que la comunidad científica también tiene su cuota de responsabilidad: "Los científicos no sabemos comunicar ideas complejas hacia la población para que las puedan comprender". Puso como ejemplo las vacunas: al hablar de 75% versus 95% de eficacia, el público automáticamente quiere la cifra más alta sin entender que la de menor porcentaje puede ser logísticamente superior, facilitando la distribución y la generación de inmunidad comunitaria.

Finalmente, el virólogo alertó sobre el incremento de casos respiratorios en esta temporada de fin de año, especialmente en niños menores de cinco años y adultos mayores de 65. Advirtió sobre la presencia de virus sincitial respiratorio e influenza.

Ante cualquier proceso respiratorio, Paulino instó a la población a prestar atención a elementos de alarma como las fiebres y la capacidad de ventilación (cualquier dificultad para respirar), y lanzó una advertencia fundamental: no automedicarse con aspirinas, sobre todo en casos de enfermedades tropicales, para evitar complicaciones hemorrágicas o de otro tipo.