Haití: 52 agentes muertos en once meses por violencia de pandillas

La Red Nacional de DD. HH. reporta 43 policías y 9 militares caídos en la lucha contra el crimen en Haití.

SANTO DOMINGO.- La escalada de violencia en Haití sigue cobrando un precio altísimo entre quienes intentan mantener el orden. Cifras recientes, reportadas por la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), revelan que al menos 52 miembros de las fuerzas de seguridad del país perdieron la vida en el campo de batalla contra las poderosas pandillas en tan solo once meses.

El periodo comprendido entre enero y noviembre del año en curso se ha saldado con una lista de bajas que enciende todas las alarmas sobre la seguridad en la nación caribeña, sumergida en una crisis institucional y social sin precedentes.

El grueso de las pérdidas lo lleva la Policía Nacional de Haití (PNH), la institución que ha estado en la primera línea de contención frente a los grupos armados que controlan vastas áreas de Puerto Príncipe y sus alrededores. Según el informe de la RNDDH, 43 agentes de la PNH fueron asesinados en el cumplimiento de su deber durante este lapso.

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Bajas en el frente de lucha

La confrontación directa con las bandas criminales, que a menudo superan en armamento y capacidad de fuego a las propias fuerzas del orden, ha dejado un rastro de dolor que trasciende las filas de la Policía.

A la dura cifra de policías caídos, se suman siete soldados pertenecientes a las Fuerzas Armadas de Haití (FAd’H), lo que subraya la creciente militarización de la respuesta ante la violencia.

Además, el listado incluye a dos agentes que formaban parte de la extinta Fuerza Multinacional de Apoyo a la Seguridad. Este contingente, que fue renombrado recientemente como la Fuerza de Supresión de Pandillas, también ha sufrido pérdidas, a pesar de su reciente reconfiguración y la promesa de un apoyo más robusto para estabilizar la situación.

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El informe, citado por el diario digital Haití Libre, no solo expone las cifras crudas, sino que refleja la extrema precariedad y el peligro diario que enfrentan los hombres y mujeres uniformados. Estos sacrificios se producen en un contexto donde las pandillas no solo perpetran secuestros y extorsiones, sino que también atacan directamente las instalaciones policiales y a los agentes de forma indiscriminada.

La RNDDH ha sido una voz crítica y constante sobre el deterioro de la seguridad y el silencio que a menudo rodea las muertes de los miembros de la fuerza pública. Cada una de estas 52 bajas representa un golpe irreparable para el tejido de seguridad de un país que lucha desesperadamente por recuperar el control territorial y la paz ciudadana.

La necesidad de un apoyo internacional efectivo y rápido se hace más evidente que nunca, pues la policía y el ejército haitianos están pagando con sus vidas el costo de una crisis que amenaza con devorar por completo al Estado.