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Venezuela acusa a EEUU de piratería tras incautación de buque

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(Foto de ARCHIVO) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (archivo) REMITIDA / HANDOUT por PRESIDENCIA DE VENEZUELA Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 01/1/1970

Caracas denuncia un “robo descarado” y señala un plan de despojo energético

CARACAS.- El Gobierno de Venezuela elevó el tono este miércoles al denunciar la incautación de un petrolero frente a sus costas por parte de Estados Unidos. Lo definió como “un robo descarado” y “un acto de piratería internacional”, una acusación que llega en medio de un clima ya cargado entre Washington y Caracas. El Ejecutivo de Nicolás Maduro sostiene que la operación estadounidense busca asegurar “las riquezas naturales” del país.

El comunicado, difundido por el canciller Yván Gil, afirma que el propio Donald Trump “confesó” públicamente la toma del buque en el Caribe. Para Caracas, la maniobra no es un gesto aislado sino parte de una “política de agresión” que, según su lectura, apunta a despojar al país de sus recursos energéticos. El Gobierno venezolano enlaza este episodio con la reciente autorización en Estados Unidos para vender acciones de Citgo, filial de la petrolera estatal PDVSA, decisión que Venezuela interpreta como un golpe adicional a sus activos.

En su mensaje, las autoridades venezolanas subrayan que el conflicto nunca ha estado realmente vinculado, dicen, con la migración, el narcotráfico o los Derechos Humanos. Sostienen que la disputa gira alrededor del petróleo y de un sector energético que Caracas considera clave para su soberanía. “Siempre se trató de nuestras riquezas naturales”, apunta el texto.

El Gobierno también ató el incidente a la ceremonia del Nobel de la Paz, que finalmente no pudo recibir en persona la líder opositora María Corina Machado. Su hija, Ana Corina Sosa, aceptó el galardón en Oslo en su nombre. Para Caracas, la incautación del buque busca “tapar el fracaso rotundo” de ese acto y restar atención a la presencia tardía de la opositora en Noruega.

Maduro pidió a la comunidad internacional un rechazo “contundente” a lo que define como una agresión ilegal y aseguró que Venezuela acudirá a todos los foros posibles para denunciar la operación. El Gobierno afirma que defenderá “con determinación absoluta” su soberanía y sus recursos.

Mientras tanto, Washington ha defendido la medida. La fiscal general, Pam Bondi, explicó que el petrolero estaba sancionado desde hace años y que se usaba para transportar crudo venezolano hacia Irán, un movimiento que viola las restricciones estadounidenses. Según su versión, el operativo involucró al FBI, Seguridad Nacional, la Guardia Costera y contó con apoyo del Pentágono.

El episodio se suma a un aumento de las tensiones verbales. Un día antes, Trump aseguró que Maduro tiene “los días contados” y recordó que las recientes operaciones contra supuestos narcotraficantes, que dejan al menos 86 muertos según sus cifras, podrían extenderse también por tierra. El clima político se endurece y el incidente del buque vuelve a colocar el conflicto bilateral en un punto delicado.

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