Tailandia denuncia ataque camboyano contra hospital en Surin

MADRID, 10 de diciembre. – La tensión entre Camboya y Tailandia alcanzó un nuevo nivel este miércoles, con acusaciones cruzadas que reflejan la gravedad del conflicto en la frontera. El Ministerio de Defensa camboyano denunció que tropas tailandesas emplearon “gases tóxicos” contra zonas residenciales en la provincia de Banteay Mean Chey, mientras que Bangkok respondió señalando a las fuerzas camboyanas por un ataque con cohetes contra un hospital en Surin.

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Según el comunicado de Nom Pen, los militares tailandeses habrían lanzado gas en la localidad de Ou Beichoan, habitada por civiles, lo que calificaron como una “violación del Derecho Internacional”. Los enfrentamientos recientes han dejado más de una decena de muertos: cuatro soldados tailandeses y nueve civiles camboyanos, entre ellos un niño. El incremento de la violencia ha provocado la evacuación de más de medio millón de personas a ambos lados de la frontera.

Por su parte, el Ejército tailandés informó que a las 8:40 de la mañana del 10 de diciembre, fuerzas camboyanas dispararon seis proyectiles contra el hospital Phanom Dongrak y sus alrededores. El ataque obligó a evacuar al personal médico y a los pacientes más graves, generando alarma en la población local.

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Camboya prepara demanda ante el TPI

El Gobierno camboyano anunció que está recopilando pruebas para presentar una denuncia contra Tailandia ante el Tribunal Penal Internacional (TPI). Fuentes citadas por el diario Khmer Times aseguran que los ataques tailandeses han causado “gran destrucción” y numerosas víctimas civiles, además de señalar el uso de “todo tipo de armamento”, incluidos cazas.

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La escalada bélica entre ambos países, que comparten una frontera históricamente conflictiva, amenaza con desestabilizar aún más la región. Mientras Camboya insiste en que se trata de una agresión armada continuada, Tailandia acusa a su vecino de atacar infraestructura civil esencial.

La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación, que ya ha generado una crisis humanitaria con miles de desplazados y un clima de incertidumbre en el sudeste asiático.