Pandilla Gran Grif de Haití masacra al menos a 20 civiles en Pont-Sondé

La banda criminal repite ataque en Artibonite; 500 casas calcinadas y cifras de muertos que podrían triplicarse

MADRID, ESPAÑA. 7 Dic. (EUROPA PRESS) – La pesadilla se repite y se agrava en Haití. Diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) haitianas han alzado la voz para denunciar una nueva masacre de proporciones devastadoras: al menos 20 personas han muerto y unas 30 han resultado heridas en la localidad de Pont-Sondé, al oeste del país, tras un ataque perpetrado por la temida banda criminal Gran Grif.

La matanza tuvo lugar el pasado 29 de noviembre, apenas un mes después de que este mismo grupo armado sembrara el terror en la misma zona, asesinando a más de 70 civiles en octubre de 2024. La repetición de la barbarie en Pont-Sondé, situada en el departamento de Artibonite, subraya la incapacidad de las autoridades para contener la espiral de violencia que consume el país.

Comerciantes ejecutados y una tragedia "insostenible" para la población

La crítica situación de seguridad y el caos posterior han retrasado la llegada de balances definitivos. No obstante, organizaciones como Défenseurs Plus confirman que la tragedia es "insostenible".

El ataque de Gran Grif no solo se cobró vidas, sino que también dejó un rastro de destrucción material: Défenseurs Plus estima que al menos 500 domicilios en Pont-Sondé quedaron completamente calcinados. El terror alcanzó una crueldad extrema, según los testimonios.

René Charles, presidente de la Unión de Plantadores del Valle del Artibonito, relató al diario Haitian Times que la banda ejecutó a "conocidos comerciantes locales" y, en un acto de absoluta inhumanidad, "ancianos y bebés quedaron encerrados en sus casas". Las organizaciones de ayuda temen que el balance de víctimas mortales se dispare; Enfants Soleil, por ejemplo, eleva la cifra total de muertos a 120, a la espera de una confirmación oficial, que parece lejana.

El "mayor fracaso de seguridad": Las pandillas se apoderan de Haití

Las ONG y las voces internas en Haití señalan directamente a la inacción del Gobierno. En un comunicado recogido por Le Courrier de la Nation, Défenseurs Plus recalca que esta última atrocidad es el "resultado de la incapacidad de las autoridades haitianas para proteger a la población" y exige una intervención urgente de fuerzas de seguridad internacionales o nacionales robustas.

La desesperación se refleja en las denuncias del sindicato policial SPNH-17. Hace una semana, un vocero del sindicato ya advertía que el país está perdiendo el control de los dos departamentos más grandes: Oeste y Artibonite. El sindicato asegura que las pandillas ya controlan la mitad del territorio de Artibonite, calificando la situación como "el mayor fracaso de seguridad en la historia moderna de Haití". La población, atrapada entre el fuego cruzado, "no puede vivir, no puede trabajar, no puede moverse".