Más de 70 allanamientos y 842 detenidos contra el microtráfico 

La DNCD intensifica sus operativos y saca 126 kilos de droga fuera de las calles en una semana

SANTO DOMINGO.-La lucha contra el tráfico de drogas en los barrios dominicanos no da tregua. En apenas siete días, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el respaldo del Ministerio Público, logró sacar de circulación más de 126,000 gramos de sustancias narcóticas en una ofensiva que cubrió gran parte de la geografía nacional. No se trata solo de números fríos; es el resultado de un despliegue de fuerza que ha dejado un saldo de 842 arrestados.

Los operativos, que incluyeron 73 allanamientos simultáneos, se enfocaron en desmantelar los puntos de distribución que operan bajo el radar de las grandes incautaciones en puertos. Del total de sustancias incautadas, la mayoría corresponde a presunta cocaína, con más de 104 kilos recuperados. 

DNCD incauta más de media tonelada de drogas en noviembre

A esto se le suman unos 18 kilos de marihuana y miles de dosis de crack, una de las drogas más devastadoras en los sectores populares. Pero lo que llama la atención de las autoridades es la aparición, cada vez más frecuente, de drogas sintéticas: pequeñas cantidades de tusi, metanfetaminas y pastillas de éxtasis también formaron parte del botín.

El balance de la DNCD muestra que el narco local no solo maneja polvos y hierbas, sino una logística de control territorial violenta. Durante las intervenciones se incautaron 10 armas de fuego, además de un arsenal de armas blancas que incluye machetes y cuchillos. 

También cayeron herramientas clave para la operatividad de estas bandas: 39 radios de comunicación y casi 300 celulares, que son fundamentales para coordinar las entregas y evadir a las patrullas.

En el rastro de evidencias quedaron además 37 motocicletas y 82 balanzas de precisión, junto con máquinas tragamonedas que suelen operar de forma ilegal en estos puntos. Los fiscales resaltaron que, más allá de la droga, las fundas y tijeras ocupadas demuestran que el golpe fue directo a los centros de empaque y distribución.

Esta ofensiva responde a un cambio en la estrategia de interdicción que busca asfixiar las finanzas de los microtraficantes. Además del producto, se decomisaron sumas considerables de dinero en pesos y dólares, un golpe al bolsillo que suele doler tanto como los arrestos. 

Las autoridades han dejado claro que este ritmo de operatividad se mantendrá en las próximas semanas, priorizando los puntos críticos donde la delincuencia vinculada al consumo de estupefacientes suele disparar los índices de violencia.