La expansión del veto: más de 30 países en la mira de Washington

La secretaria Noem defiende la restricción por falta de "gobiernos estables" y control de identidad.

NUEVA YORK.-La Administración Trump está intensificando sus esfuerzos por blindar las fronteras, y la lista de naciones cuyos ciudadanos podrían tener vetada la entrada a Estados Unidos se ha disparado. 

Según confirmó este jueves la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una entrevista televisiva, la restricción de viaje, que el gobierno planea aplicar de forma "total", podría afectar a más de treinta países.

Noem, una de las figuras clave en la política migratoria del actual inquilino de la Casa Blanca, se mantuvo deliberadamente vaga sobre las cifras exactas y los nombres específicos, pero su confirmación eleva significativamente el alcance de la medida. 

Al ser cuestionada por Fox News sobre si la lista llegaría a 32 estados, la secretaria se limitó a responder: "No voy a dar cifras concretas, pero son más de 30".

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La justificación del "gobierno estable" como filtro de seguridad

El argumento central esgrimido por la Administración no es nuevo, pero sí ha sido presentado con una claridad inusitada. La Casa Blanca "sigue evaluando" qué naciones deben ser incluidas, y el criterio fundamental es la estabilidad gubernamental y la capacidad de cooperación en materia de seguridad.

En palabras de Noem, la pregunta clave es: "Si no tienen un gobierno estable, si no tienen un país que pueda sostenerse por sí mismo y decirnos quiénes son esas personas y ayudarnos a investigarlas, ¿por qué deberíamos permitir que personas de ese país vengan aquí, a Estados Unidos?".

Este planteamiento ata directamente la inestabilidad política interna de otras naciones con el riesgo percibido para la seguridad estadounidense. Es una postura que subraya la idea de que la incapacidad de un estado para certificar la identidad y el historial de sus propios ciudadanos lo descalifica automáticamente para mantener un flujo migratorio libre hacia EE. UU.

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Un precedente controversial y el foco en los "riesgos"

Estas declaraciones llegan apenas días después de que la secretaria hiciera una recomendación pública mucho más visceral, sugiriendo la "prohibición total de viaje" desde territorios que, según sus duras palabras, "inundan el país de asesinos, sanguijuelas y adictos a los subsidios". 

Si bien la retórica es polémica, la Administración parece estar avanzando en esa dirección, ya sea a través de vetos explícitos o fuertes restricciones en el proceso de visado.

La medida no carece de precedentes durante la actual presidencia. El pasado junio, el magnate republicano ya había firmado una proclamación vetando la entrada a ciudadanos de una docena de países —entre ellos Afganistán, Birmania, Haití e Irán— y restringiendo las visitas de personas provenientes de otros siete estados, como Cuba y Venezuela.

La ampliación a más de 30 países representa, no obstante, una escalada dramática. El mensaje es claro y directo: la política de fronteras de la Administración Trump está priorizando la seguridad nacional percibida por encima de cualquier otra consideración, utilizando la falta de control de identidad y la inestabilidad como principales excusas para erigir un muro de papel que ahora abarca a una porción mucho más grande del planeta.