Recuerdan en España a las Mirabal: heroínas inmortales contra la opresión

Una lucha teñida de sangre y valentía irrefrenable que encendió una revolución imparable

Santo Domingo.-La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) honra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres acercando la trágica e inspiradora historia de las hermanas Mirabal, tres activistas dominicanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por enfrentarse a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

En su memoria, recoge Europa Press, la DPZ ha instalado una pancarta en su fachada y paneles informativos en la plaza de España para contar su historia. Además, el 25-N a las 12:00, se leerá un manifiesto y se guardará un minuto de silencio frente a la institución.

Aida Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, nacidas en una familia acomodada de Salcedo, República Dominicana, lideraron el clandestino Movimiento Revolucionario 14 de Junio, enfrentándose al régimen brutal de Trujillo. Conocida como "Mariposa", Minerva se convirtió en símbolo de resistencia.

El 25 de noviembre de 1960, el Servicio de Inteligencia Militar ejecutó la orden de Trujillo: las hermanas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas. Trujillo intentó disfrazar el crimen como un accidente de tráfico, pero el pueblo dominicano no se dejó engañar.

El sacrificio de las hermanas Mirabal despertó una ola de indignación que llevó al asesinato del dictador en mayo de 1961, marcando el inicio de una nueva era en República Dominicana.

Un color para erradicar la violencia estructural

En el marco del 25-N, la campaña de la ONU ’ÚNETE' designa el día 25 de cada mes como #DíaNaranja, un llamado a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas. Este vibrante color simboliza un futuro libre de violencia y desafía a gobiernos, activistas y ciudadanos a movilizarse por esta causa.

Desde la ONU y la DPZ, se destaca que la lucha feminista debe continuar sin tregua: cada avance hacia la igualdad es un triunfo colectivo. Este 25-N, recordemos que la sangre derramada por las hermanas Mirabal no fue en vano; su valentía sigue siendo una antorcha que ilumina el camino hacia la justicia y la dignidad.